Caligrafías II

Ramón Bilbao, “Memoria”, 1993.

Ramón Bilbao, “Memoria”, 1993, técnica mixta sobre lienzo, 162 x 114 cm.

Ramón, que, dado que proviene, continúa en el silencio, ha de crear su particular alfabeto y su vocabulario de palabras, así pues, de silencios, donde cada signo remite a la expresión básica, “articular”, de lo que constituye un pensamiento, mientras que ese signo que es carne de la pintura se hace a la vez expresión nuclear de una imagen –el signo se hace imagen– cuya relación con el resto de los signos, de las imágenes, originará la imagen global, genérica, de la pintura, la pintura de la palabra.

Lo pintado promete y cobra sentido como representación ya en el principio del proceso, cuando el verbo, o el silencio, anticipa la cualidad orgánica del gesto, cuando empieza a denotarse un sentimiento anterior al sentimiento final, hecho cuerpo o materia “táctil” de lo que se “escribe” o pinta sobre un soporte.

Lo pintado se origina ya en la pintura, y se hace carne como religiosa, como sacramental –anoto el sentimiento sagrado de la pintura de Ramón– y cobra sentido incluso en el “sinsentido” de lo argumental, retóricamente contrario o contradictorio. El silencio –pictórico– se hace forma. Pero, ¿es que el silencio admite pintura? Adviértase lo que pinta Ramón Bilbao: no solo la admite, sino que el silencio se hace pintura, y voz pictórica se hace el silencio, que, como tal voz, tiene color, el timbre de la voz, el del silencio, y el aire, para respirar, como respiración, proyecta el silencio, la palabra de estas silenciosas, resonantes, quietas, densas, transparentes atmósferas, de estos relieves, de estas llanuras incalculables –porque carecen de cálculo ya que sencillamente “provienen” – que pinta Ramón Bilbao.

Miguel Logroño

Ramón Bilbao, “Sobre los sentidos”, 1997.

Ramón Bilbao, “Sobre los sentidos”, 1997, óleo sobre lienzo, 163 x 130 cm.

Ramón Bilbao, “Memoria de una exposición”, 1998.

Ramón Bilbao, “Memoria de una exposición”, 1998, técnica mixta sobre lienzo, 162 x 97 cm.

Ramón Bilbao, “Notas de una exposición”, 1998.

Ramón Bilbao, “Notas de una exposición”, 1998, tinta, 45 x 24,5 cm.